El bloqueo de la interleucina (IL) 6 ha demostrado ser un eficaz tratamiento en la artritis reumatoide. Diversos ensayos clínicos han probado la eficacia de esta opción terapéutica en las diversas manifestaciones clínicas características de la enfermedad y, especialmente debido a su mecanismo de acción específico, otorga ventajas clínicas especiales en el control de las manifestaciones de índole sistémica. Adicionalmente se ha visto que el bloqueo de la IL-6 puede tener importantes beneficios en ciertas comorbilidades que con frecuencia ensombrecen el pronóstico de esta enfermedad. A nivel cardiovascular, parece que la IL-6 puede favorecer el desarrollo de la enfermedad cardiovascular. Por tanto, su bloqueo, aunque con frecuencia puede producir elevaciones de las cifras de colesterol, parece que puede conllevar beneficios netos en este campo. También la IL-6 tiene efectos osteopenizantes y, por tanto, este tratamiento puede ayudar a controlar el desarrollo de osteoporosis en estos pacientes. Finalmente, diversas líneas de investigación están observando que la IL-6 puede tener un importante papel en el desarrollo de cuadros depresivos. La depresión es una comorbilidad muy frecuente entre los pacientes con artritis reumatoide y se asocia a un peor pronóstico de la enfermedad. En este sentido, la utilización de agentes anti-IL-6 también podría ayudar en el tratamiento de esta comorbilidad.
IL-6 blockade has been demonstrated to be an effective treatment in rheumatoid arthritis. Several clinical trials have proved the efficacy of this therapeutic option in the distinct clinical manifestations of the disease; in particular, due to its specific mechanism of action, it offers special advantages for the control of systemic-type manifestations. Indeed, it has been observed that IL-6 blockade may have important benefits in some comorbidities that frequently worsen the prognosis of this disease. At the cardiovascular level, it seems that IL-6 may promote the development of cardiovascular disease. Therefore, IL-6 blockade seems to have a beneficial net effect in this field, despite frequently increasing cholesterol levels. In addition, IL-6 has osteopenic effects and consequently this treatment may help to control the development of osteoporosis in these patients. Finally, several research studies are observing that IL-6 may play an important role in the development of depressive clinical pictures. Depression is a highly frequent comorbidity among patients with rheumatoid arthritis and is associated with worse disease outcomes. The use of anti-IL-6 agents might also help in the management of this comorbidity.