Laboratory tests have an important role in rheumatology for evaluation, diagnosis, and follow up in several diseases. Specialized tests such as antinuclear antibodies (ANA), anti single, or double stranded DNA antibodies (anti-DNA), and anticardiolipin antibodies (ACL) are frequently used and its diagnostic performance is well known in tertiary care centers. Our setting is a secondary care center that implemented these tests 2 years ago. After 1 year of implementation, we decided to evaluate the frequency of use, who orders these tests, and their diagnostic properties for the diagnosis of systemic lupus erythematosus (SLE) and antiphospholipid syndrome (APLS).
Patienst and methodAll patients with clinical charts and a request for these tests were evaluated from September 1, 2005 to June 30, 2006. These evaluations were done prospectively by a single, trained evaluator following a standardized format looking at pretest clinical information such as pretest diagnosis, physician's level of training, service, and posttest results as well as therapeutic changes after results. Statistical analysis: descriptive statistics and 2 by 2 tables to estimate diagnostic performance of most common indications.
ResultsTwo hundred and eighty-six requests were reviewed and only 157 were evaluated. Rheumatology and Internal Medicine services sent 63 and 31 requests for these tests respectively. Diagnostic properties of ANA for SLE were sensitivity (sen) 70%, specificity (spec): 92%, positive predictive value (PPV): 81%, negative predictive value (NPP): 86%, positive likelihood ratio (PLR): 8.73, and negative likelihood ratio (NLR): 0.33. Anti-double stranded DNA, Sen: 78%, spec: 50%, PPV: 80%, NPP: 46%, PLR: 1.56, NLR: 0.44; ACACL y Sen: 78%, spec: 92%, PPV: 78%, NPV 92%, PLR: 10, NLR 0,24.
ConclusionsThese specialized tests are not frequently used in our setting. Their diagnostic properties are not as accurate as those published in medical literature. Guidelines are needed in our hospital to improve their diagnostic performance.
El laboratorio en reumatología tiene un papel importante en la evaluación, el diagnóstico y el seguimiento de diversos padecimientos. Los anticuerpos antinucleares (ANA), los anticuerpos anti-ADN de cadena sencilla o doble (ss o dsAnti-ADN) y anticuerpos anticardiolipínicos (AcACL) se usan frecuentemente y su utilidad diagnóstica es bien conocida en centros de atención de tercer nivel. Nuestro hospital es un centro de atención de segundo nivel que implementó hace 2 años estas pruebas. Después de 1 año de su introducción, decidimos evaluar la frecuencia en su uso, quién solicita estas pruebas, su utilidad diagnóstica en lupus eritematoso generalizado (LEG) y síndrome antifosfolipídico (SAF).
Pacientes y métodoSe evaluó a todos los pacientes con cuadro clínico de estas enfermedades y solicitud de estas pruebas del 1 de septiembre de 2005 al 30 de junio de 2006. De manera prospectiva, los analizó un evaluador con un formato estandarizado que contenía información clínica, diagnóstico inicial, datos del médico solicitante, servicio, diagnóstico tras resultado y los cambios en la terapéutica. Análisis estadístico: se utilizó estadística descriptiva y tablas de 2×2 para evaluar la utilidad diagnóstica en las indicaciones más comunes.
ResultadosDe un total de 286 solicitudes recibidas, s e analizaron 157. Reumatología y medicina interna enviaron 63 y 31 solicitudes respectivamente. Con respecto a los ANA en LEG, se calculó la sensibilidad (70%); la especificidad (92%); el valor predictivo positivo (VPP) (81%); el valor predictivo negativo (VPN) (86%); la razón de verosimilitud positiva (RVsP) (8,73) y la razón de verosimilitud negativa (RVsN) (0,33). En relación con los anti-ADN en LEG, la sensibilidad (78%); la especificidad (50%); el VPP (80%); el VPN (46%); la RVsP (1,56) y la RVsN (0,44). Respecto a los AcACL en SAF, la sensibilidad (78%); la especificidad (92%), el VPP (78%), el VPN (92%), la RVsP (10) y la RVsN (0,24).
ConclusionesEn nuestro hospital hay poca frecuencia en la solicitud de estos estudios. La sensibilidad y la especificidad parecen no estar acordes con lo publicado. Es necesaria la elaboración de lineamientos que en nuestro medio regulen la solicitud de estudios especializados en reumatología y aumenten su utilidad clínica.