La piomiositis es una infección aguda bacteriana que afecta al músculo estriado y que generalmente se acompaña de la formación de un absceso.
El microorganismo implicado en la mayoría de los casos es Staphylococcus aureus. La clínica se caracteriza por dolor, tumefacción y edema muscular, junto con sintomatología general variable. Sus complicaciones incluyen artritis, osteomielitis e incluso shock séptico con una mortalidad del 1,8%.
Se presenta el caso de una escolar de 8 años de edad que tras presentar un traumatismo lumbar cerrado al golpearse en la espalda mientras jugaba en una cama elástica, desarrolló una piomiositis paravertebral. El cuadro se complicó con una sepsis. En el hemocultivo se aisló S. aureus. Secundariamente, se desarrolló un absceso perivertebral y, finalmente, una osteomielitis por contigüidad en la apófisis espinosa de la tercera vértebra lumbar. La paciente recibió tratamiento con vancomicina y metronidazol durante 6 semanas y 2 semanas más con cloxacilina hasta completar un total de 8 semanas de tratamiento antibiótico intravenoso. La exploración física a los 3 meses del alta era normal.
Es importante tener presente la posibilidad de una piomiositis, especialmente en los pacientes en edad infantil con fiebre, dolor muscular localizado y antecedente traumático accidental o deportivo, y su diagnóstico y tratamiento precoces son convenientes para disminuir el riesgo de complicaciones que pueden llegar a ser mortales.
Pyomyositis is an acute bacterial infection that affects striated muscle and is generally accompanied by the formation of an abscess. In most cases, the microorganism involved is Staphylococcus aureus. Clinical findings are characterized by pain, swelling and muscular edema, together with variable general symptoms.
Complications include arthritis, osteomyelitis and even septic shock with a mortality of 1.8%.
We report the case of an 8-year-old boy who sustained a closed lumbar injury on banging his shoulder while he was playing on a trampoline and who developed paravertebral pyomyositis complicated by sepsis. S. aureus was isolated in the blood culture.
The boy subsequently developed a perivertebral abscess and finally contiguous osteomyelitis in the L3 spinous process. The patient received treatment with vancomycin and metronidazole for 6 weeks followed by cloxacillin therapy for 2 weeks (a total of 8 weeks of intravenous antibiotic therapy). Physical examination 3 months after discharge revealed no abnormalities.
The possibility of pyomyositis should be borne in mind, especially in children with fever, localized muscular pain and a history of accidental or sports injuries. Early diagnosis and treatment are important to reduce the risk of possibly fatal complications.