La sensibilidad de las artistas plásticas ante el sufrimiento humano ha quedado plasmada de diversas maneras. Este artículo relata las circunstancias que llevaron a la pintora surrealista hispano-mexicana, Remedios Varo, a representar en forma original las 2 manifestaciones cardinales de la fibromialgia: dolor generalizado e insomnio.
The sensitivity of plastic artists to human suffering has been expressed in different ways. This article recounts the circumstances that led the Spanish-Mexican surrealist painter, Remedios Varo, to depict in an original way the 2 cardinal manifestations of fibromyalgia; widespread pain and insomnia.
La fibromialgia es una enfermedad muy frecuente que afecta preferentemente a las mujeres y que se caracteriza por dolor generalizado crónico acompañado de otros síntomas fastidiosos como el insomnio, la fatiga y las alteraciones cognoscitivas. Se sabe ahora que el dolor fibromiálgico es de origen neuropático, razón por la cual se acompaña de «parestesias» exteriorizadas como pinchazos, hormigueos y/o calambres1.
La sensibilidad de las artistas plásticas ante el dolor ha quedado plasmada de muy diversas maneras. Un caso icónico es Frida Kahlo quien trasladó al lienzo su propia enfermedad. Al hablar de su sufrimiento Frida decía «el dolor no es parte de la vida, se puede convertir en la vida misma». Un meticuloso estudio de la biografía y de la historia clínica de Frida indica que la fibromialgia fue la causante de su dolor crónico2. Desde una perspectiva y un entorno totalmente diferentes, otra pintora contemporánea a Frida, la artista Remedios Varo, ocupó parte de su obra creativa de carácter comercial y publicitario para ilustrar los síntomas primordiales de la fibromialgia; el dolor generalizado y el insomnio.
El objetivo de este artículo es revisar las circunstancias que llevaron a Remedios Varo a traducir los síntomas cardinales de la fibromialgia en un trabajo creativo de gran calidad plástica y sensibilidad comunicativa. Este artículo reproduce, con las debidas licencias, 2 obras de Remedios Varo denominadas pertinentemente «Dolor reumático II» e «Insomnio I» en donde la pintora interpreta de manera original y dramática las molestias principales de las personas que padecen fibromialgia.
BiografíaMaría de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga nació el 16 de diciembre de 1908 en Anglés, provincia de Gerona, España. Desde muy joven viajó por diversos lugares de España y del norte de África acompañando a su padre quien fue ingeniero hidráulico. Estas andanzas la pusieron en contacto con diversas culturas, fue también su padre quien la acercó al dibujo técnico y fomentó en ella el interés por la literatura.
Remedios fue una de las primeras mujeres en ingresar a la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, obteniendo el diplomado de maestra en dibujo en 1930. Años más tarde, en Barcelona, se unió al grupo logicofobista que buscaba unir el surrealismo con el espiritualismo. En 1937, a consecuencia de la guerra civil española, se exilia a París, donde se integró a un círculo surrealista cercano a André Breton.
La segunda guerra mundial arrojó a las playas mexicanas a esta artista vanguardista junto con una pléyade de librepensadores europeos. Remedios arribó a Veracruz en 1941. Para subsistir en su nueva realidad hizo diversos trabajos comerciales incluyendo la decoración de muebles y de instrumentos musicales y el diseño de vestimenta para obras teatrales. De 1947 a 1949 viajó a Venezuela como parte de una expedición científica francesa y también para reencontrarse con su familia, entonces guarecida en este país. Allí trabajó como dibujante para el Ministerio de Salud dedicándose al dibujo científico, en particular al registro gráfico de especímenes de insectos como parte de una campaña de comunicación social contra el paludismo. Se ocupó también de diversos encargos publicitarios para la casa farmacéutica mexicana Bayer, entre los que estuvieron las 2 obras tema de este artículo.
En 1952, ya de regreso en México, comenzó su relación con el refugiado austriaco Walter Gruen. El apoyo de este empresario melómano permitió a Remedios dedicarse por completo a la pintura y dar paso a la época más fecunda de su carrera artística. Remedios Varo murió en la Ciudad de México el 8 de octubre de 1963 a consecuencia de un infarto de miocardio3.
Interpretación artística del impalpable sufrimiento humanoA finales de la década de los cuarenta del siglo pasado la casa farmacéutica Bayer de México, a través de la Abastecedora de Impresos S.A., encargó a Remedios Varo una serie de pinturas para ilustrar diversos síntomas que eran el blanco terapéutico de los medicamentos producidos por el laboratorio. Documentos resguardados en el Fondo Artístico Remedios Varo del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México muestran los temas sugeridos por la empresa (malaria, vitaminas, dolor, anestesia, reumas, higiene interior de la mujer, flujo vaginal, entre otros), junto con una serie de ideas y conceptos a desarrollar para su representación. Por ejemplo, para dolor le proponían: «inquisición, torturas, edad media»; para reumas: «santuario de Lourdes, representando muletas, objetos de inválidos, etc.».] Sin embargo, Bayer otorgó a Remedios libertad completa para interpretar diversas patologías. Estas pinturas por encargo estuvieron firmadas con el apellido materno de la artista «Uranga». Estas obras tempranas ayudaron a la joven pintora a encontrar su propio estilo4 y han dejado de ser consideradas un trabajo menor, no solo porque marcan una etapa de transición de la influencia surrealista a un lenguaje artístico propio, sino por la profundidad en la que supo dar cuerpo a la percepción subjetiva del dolor y a la experiencia desgastante del insomnio.
Cabe señalar que el caso de Remedios Varo no es excepcional dentro del ámbito artístico en México. Otros creadores como José Horna, también exiliado español y amigo cercano de la pintora, realizaron trabajos comerciales como medio de subsistencia o alternativa laboral. Lo que es destacable, sin embargo, es la capacidad de Varo de amalgamar las necesidad de información y efectividad de comunicación de la publicidad con un refinado despliegue formal, técnica compositiva y ejecución plástica.
Dolor reumático II. Gouache/cartulina, 1948La figura 1 nos muestra una mujer con rictus de dolor; su cuerpo en escorzo se encuentra arqueado por el sufrimiento y cubierto de vendajes que traducen enfermedad y que, al mismo tiempo, reafirman su anatomía. Las manos crispadas corroboran el sufrimiento. La mujer levita sobre un espinado terreno yermo, soportando los pinchazos de múltiples clavos y también de las púas que emergen de la tierra. Un cielo borrascoso dramatiza la escena. Dolor reumático II comunica sufrimiento, dolor generalizado y parestesias.
Dolor reumático II anunciaba el medicamento Neo-melubrina (metamizol), utilizado en aquel entonces para aliviar diferentes tipos de dolores musculoesqueléticos. En el folleto publicitario entregado a los médicos, el siguiente texto acompañaba a la imagen: «¡Como si punzantes clavos hundiéranse en las carnes, en las articulaciones, en los huesos, en los nervios! ¡Así son las sensaciones que padece quien sufre reumatismo, lumbago, ciática!»4.
Insomnio I. Gouache/cartulina, 1947La obra se muestra en la figura 2. Desde la lejana obscuridad se observa una secuencia de miradas femeninas cansadas transcurriendo varias habitaciones desoladas. Reflejan, quizá, la incapacidad de conciliar el sueño al paso de las inhóspitas horas nocturnas. Una ventana austera permite ver la oscuridad de la noche. Al frente, la luz de un candelero atrae a insectos con alas cristalinas. Insomnio I anunciaba varios medicamentos barbitúricos, incluyendo el Evipán (hexobarbital sódico) y Abasin (acecarbromal) que se han dejado de utilizar por sus variados efectos adversos.
En un folleto resguardado en el fondo artístico Remedios Varo del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México se lee la siguiente interpretación de Insomnio I: «¡Sienten la impresión de que alguien los está observando y son ellos quienes abren cansados párpados, escrutadores de las sombras nocturnales! Indefinida angustia llena la soledad de esos cuartos oscuros, secos, huérfanos de calor. El solemne silencio agudiza el deseo de oír, y de la propia entraña nace y se agiganta el ruido del golpetear de las sístoles y diástoles cardiacas… ¡¡Insomnio… Padre de inquietudes; forjador de preocupaciones…!!! Artista que pincela con tonos morados, ojeras de fatiga.»
ComentarioLa inclusión de obras de arte originales y vanguardistas como las que produjo Remedios Varo en la publicidad de medicamentos es un hecho sin parangón en la mercadotecnia farmacológica. Los folletos que se repartían entre los médicos contenían la representación visual del síntoma junto con el nombre de las pastillas que se recomendaban para su alivio. Las obras realizadas para Bayer permitieron a Remedios definir una serie de elementos formales y compositivos que fueron la base de su trabajo posterior, tales como la anatomía de las figuras, la espacialidad, los escenarios, el repertorio iconográfico y temático3. Estas obras tempranas muestran también la agudeza de la artista para comprender el entorno de la publicidad comercial dirigida a los médicos. Varo fue capaz de trascender el mero propósito comercial del encargo para configurar escenas de gran empatía y fuerza narrativa.
No hay razones para pensar que Remedios Varo tuviese noción del concepto de fibromialgia, o de fibrositis, como se le llamaba a la enfermedad en aquel entones. Tampoco hay evidencias de que ella padeciera de dolor crónico, aunque en una carta a su amiga Kati Horna mencionaba que sufría de cansancio y «reumatismo»5. En aquella época la fibromialgia como entidad clínica era prácticamente desconocida por la comunidad médica. Las personas que sufrían de este síndrome eran catalogadas con diagnósticos peyorativos como histeria, neurosis o hipocondría. La misoginia médica de aquel entonces, que aún pervive en nuestros días, de alguna manera culpaba a las pacientes de su propio sufrimiento1.
Lo cierto es que estas 2 obras de Remedios Varo representan de manera dramática y original las manifestaciones fundamentales y más fastidiosas de la fibromialgia. Si bien los síntomas no pueden leerse como reflejo de la condición personal de la artista, sí abren un puente en el cual el arte puede proporcionar herramientas para traducir, narrar o expresar, estados físicos y psíquicos para los cuales la expresión verbal no es suficiente.
Conflicto de interesesTodos los autores declaran no tener conflictos de interés.