El crecimiento de la población mexicana y su distribución etárea y geográfica en los próximos quinquenios presupone un incremento de la demanda de atención reumatológica frente a una oferta limitada de recursos humanos. Es necesario disponer de datos actuales y futuros de la relación entre el reumatólogo y la población (R/P) que permitan elaborar estrategias para lograr el punto de equilibrio entre la demanda y la oferta a medio plazo. Para esto, se obtuvo información demográfica oficial nacional y estatal del 2007 al 2025 del Consejo Nacional de Población tanto del número total de reumatólogos certificados hasta el 2007 radicados en el país como del incremento anual promedio y de la distribución geográfica, según el Consejo Mexicano de Reumatología. Con estos datos se efectuó el diagnóstico situacional de la relación R/P nacional y estatal en el año 2007 y la proyección poblacional a los años 2010, 2015, 2020 y 2025 con el número de reumatólogos estimados, sobre la base de un incremento promedio anual de 22 especialistas y una tasa de mortalidad promedio del 0,3 al 0,4% para edades de 30 a 80 años. Se tomó como índice ideal la relación R/P = 1/100.000 habitantes, índice de la Organización Mundial de la Salud (OMS)1. En la figura 1 se aprecia que la población mexicana se incrementará de 105 millones en el año 2007 a 118 millones en el año 2025 y que, en ese período de tiempo, los adultos mayores (mayores de 60 años) pasarán de 8,8 millones a 18,4 millones, lo que representará un aumento de los enfermos con padecimientos reumatológicos cronicodegenerativos. Simultáneamente, del 2015 en adelante habrá una franca disminución de la población menor de 25 años, en particular lactantes, preescolares y escolares, también se observará un ligero incremento del sexo femenino: del 50,8 al 51,4% en el 2025.
Entre el año 1975 y el año 2007 se certificaron 578 reumatólogos (25 en la especialidad pediátrica); de éstos, 76 laboraban en el extranjero, se ignoraba la ubicación de 11 y 18 habían fallecido. Los 473 reumatólogos restantes ejercían dentro del territorio nacional (relación R/P = 1/123.000). En la figura 2 se ilustra el número real de reumatólogos en el año 2007, así como el estimado del 2010 al 2025 y el número ideal en función del indicador 1/100.000 habitantes establecido por la OMS; este número es menor que el de 1/85.000 habitantes del Reino Unido2 pero mayor que el de 1/250.000 habitantes de Nueva Zelanda3.
Si se considera el índice ideal, en el 2007 había déficit y disparidad en la distribución de los reumatólogos en los estados de la república, al punto de observarse la ausencia de especialistas en Campeche, Quintana Roo y Tlaxcala y, de forma inversa, el exceso en el Distrito Federal. La reumatología pediátrica, rama incipiente de la especialidad, tampoco contaba con el número ni la distribución adecuada de profesionales. En la figura 3 se enfatiza el déficit de especialistas, déficit que debería cubrirse a partir del 2007 para el 2025 por cada estado y que totaliza la cifra ideal de 713 reumatólogos, en tanto que únicamente 356 será la cifra estimada a lograr bajo las condiciones actuales, sin considerar la merma por deceso, retiro o emigración. Sólo el Distrito Federal mostrará superávit aun para esa fecha, ya que comprende la ciudad de México, lugar de asentamiento de centros e institutos médicos nacionales, públicos y privados, con afluencia de enfermos de toda la república; algo análogo acontece en ciudades de EE. UU4.
Si prevalece el déficit de crecimiento anual de la fuerza de trabajo, el punto de equilibrio entre la oferta y la demanda de servicios se alcanzará hacia mediados de siglo y persistirá la inequidad estatal. Se requerirá triplicar la formación anual de especialistas a partir del 2011 y su adecuada distribución geográfica para lograr una relación ideal R/P en el año 2020. Los resultados del presente estudio son argumentos valiosos para concientizar a las autoridades universitarias y a las autoridades del sector de salud sobre la necesidad de fomentar la formación de reumatólogos y de una distribución estatal equitativa.