La esclerosis sistémica (ES) se caracteriza por ser una enfermedad cuyo manejo resulta, en muchas ocasiones, frustrante tanto para el paciente como para el médico, dada la falta de terapias eficaces. Resulta cuando menos esperanzador que en la última década se hayan producido novedades que nos ayudan a realizar un mejor seguimiento de los pacientes y que se hayan abierto las puertas hacia nuevas y futuras terapias.
Systemic sclerosis (SS) is a disease whose handling is, in many occasions, frustrating for the patient as for the doctor, given the lack of effective therapies. It is hopeful at least, the fact that in the last decade new features have taken place that help us to make a better pursuit of the patients and who have opened the doors towards new and future therapies.