Llegó la hora del relevo.
Lejos quedan ya aquellos días de 2002 cuando entraron en contacto la Sociedad Española de Reumatología y el Colegio Mexicano de Reumatología y decidieron la fusión de sus dos revistas para crear una nueva, Reumatología Clínica, con el objetivo de sumar esfuerzos y poder indexar por primera vez una revista de reumatología en lengua española.
También queda lejos aquel mes de marzo de 2005 en la que tras arduos esfuerzos apareció el número 1 de Reumatología Clínica, que empezaba con una declaración de intenciones firmada por los entonces editores de la revista A. Laffón y J. Vázquez-Mellado: “A partir de ahora, Reumatología Clínica debe ser la revista de referencia en español para todos los reumatólogos y las disciplinas afines de habla hispana.”
Si, quedan lejos, aunque ya en aquella época formábamos parte del comité editorial de la revista la mayoría de los que hoy damos un paso al lado para dejar fluir savia nueva hacia las hojas de nuestra revista.
Cuando uno vuelve la vista atrás puede apreciar aspectos que muchas veces pasan de puntillas con el quehacer diario, puede detenerse a reflexionar sobre todos los momentos vividos, los buenos, y los no tan buenos, y así ver la evolución de nuestra publicación. Desde las dificultades iniciales para obtener material con el que confeccionar cada uno de los números hasta disponer de tal número de trabajos que es difícil darles cabida en un tiempo prudencial. Desde trabajar con carpetas de papel y manuscritos mecanografiados, hasta trabajar con archivos digitales donde el papel prácticamente ha desaparecido. Desde las reuniones presenciales en la sede editorial en Barcelona, hasta las reuniones del grupo editorial donde cada semana se discuten los trabajos sometidos a evaluación para su publicación desde las dos orillas del atlántico.
Hemos crecido y cambiado con Reumatología Clínica. No tan lejos quedan los sinsabores de las dos primeras evaluaciones para la inclusión de Reumatología Clínica en Medline. La primera, donde a pesar de no ser admitidos, la buena evaluación de la revista nos dio ánimos para seguir. La segunda donde tras haber superado con nota la mayoría de los puntos débiles que frustraron el primer intento, tampoco fuimos admitidos. Lo que en un principio fue motivo de frustración, se convirtió en nuestra fuerza para intentarlo una tercera vez, y por fin a la tercera se consiguió uno de los objetivos planteados ya en las reuniones de 2002 entre nuestras dos sociedades científicas.
Pero la indexación en Medline no ha sido el final de la carrera, si no el principio de la misma. Queda mucho trabajo por hacer. Actualmente la página web de Reumatología clínica recibe 600.000 consultas anuales con un crecimiento del 110% en el último año, siendo de largo la revista de reumatología en lengua española más consultada en el mundo. El grupo editorial saliente, pasa el relevo al nuevo grupo editorial para que dirija con mano firme la nave de Reumatología Clínica hacia nuevas metas, como su inclusión en ISI Web of Knowledge para la obtención de factor de impacto para nuestra revista y la internacionalización de la misma.
Estos nuevos objetivos, que no serán sencillos y requerirán del esfuerzo de todos. Se precisará de sangre nueva, nuevas ideas, nuevas ilusiones y muchas ganas de trabajar, que sin duda aportará el nuevo grupo editorial. Los que ya llevamos una década al frente de Reumatología Clínica damos un paso lateral para permitir que el nuevo editor y su grupo editorial puedan avanzar con paso firme hacia los nuevos objetivos, impulsando y apoyando desde nuestra experiencia la nueva singladura.
No podríamos despedirnos sin agradecer la colaboración obtenida por este grupo editorial a todo el personal de la editorial Elsevier España y Elsevier Internacional cuyo ayuda y apoyo han permitido el desarrollo de la revista tal y como la conocemos hoy. Agradecer así mismo el apoyo recibido de las juntas directivas tanto del Colegio Mexicano de Reumatología como de la Sociedad Española de Reumatología, sin el y sin su independencia no nos hubiera permitido estar hoy en día donde estamos y una especial mención a los compañeros y amigos como A. Laffón que ya no están entre nosotros, pero sin cuya ilusión e impulso, este proyecto editorial hubiera sido mucho más difícil.
Hasta siempre
