En relación con un artículo publicado recientemente en esta revista, el cual está focalizado en la validación de cuestionarios1, me gustaría realizar un comentario sobre un tipo de validez no discutido en este trabajo, pero que podría tener una gran repercusión en la práctica médica diaria, como es la validez predictiva de los cuestionarios.
La validez predictiva de un instrumento es la capacidad del mismo para predecir cambios en el estado de salud de los pacientes y en la evolución de su enfermedad, siendo capaces de anticipar diferentes resultados en salud (mortalidad, hospitalización, aparición de complicaciones, utilización de servicios sanitarios, consumo de recursos, etc.) de manera independiente de las características de los pacientes en el momento del diagnóstico o de otros factores de riesgo tradicionales2.
Así, por ejemplo, se ha comprobado en distintos estudios que los cuestionarios que evalúan la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) y el estado de salud pueden predecir hospitalizaciones y otros eventos clínicos, así como consumo de recursos sanitarios y mortalidad3.
Esta capacidad de predicción de los instrumentos que valoran CVRS se ha demostrado tanto para los cuestionarios genéricos como para los específicos, así como para los instrumentos que miden utilidad social.
De hecho, se ha probado que el SF-36 (cuestionario genérico más empleado) es capaz de predecir mortalidad en pacientes sometidos a un bypass coronario4 y hospitalización y mortalidad en pacientes con insuficiencia cardiaca5. Otro cuestionario genérico, el SF-12, ha demostrado también una buena capacidad para predecir un mayor consumo de recursos sanitarios en atención primaria en población anciana6.
En relación con la capacidad predictiva de cuestionarios específicos para medir la CVRS, se ha comprobado que el MOS-HIV (instrumento específico para evaluar CVRS en pacientes con SIDA), el cuestionario respiratorio St. George (el cual evalúa CVRS en pacientes con patologías respiratorias) y el cuestionario EORTC QLQ-C30 (instrumento que valora CVRS en pacientes oncológicos) son capaces de predecir la evolución de la enfermedad, complicaciones y supervivencia7–9. La misma capacidad predictiva se ha evidenciado con el uso de un cuestionario que evalúa la utilidad social, el HUI310.
Todavía no se ha evaluado (o no son de dominio público los resultados) la validez predictiva de cuestionarios que evalúen otro tipo de resultados percibidos y comunicados por los pacientes, tales como satisfacción con el tratamiento, grado de discapacidad, satisfacción con la vida, etc., y sería muy interesante conocer si son capaces de predecir diferentes resultados.
En el campo de la reumatología, no existen en la actualidad datos publicados sobre la posible validez predictiva de los cuestionarios existentes más importantes para evaluar CVRS (HAQ, WOMAC, RA QOL, OQLQ, FIQ, etc.) y sería importante disponer de estos datos, por lo que sería deseable que se realizasen estudios para valorar la validez predictiva de todos estos cuestionarios en nuestro medio.
La gran ventaja de demostrar que un cuestionario es capaz de predecir resultados en salud (mortalidad, hospitalizaciones, complicaciones, consumo de recursos, etc.) para la práctica médica diaria es que ayudaría a los profesionales sanitarios a poder identificar a los pacientes que presentan un mayor riesgo de sufrir morbimortalidad y estos pacientes podrían beneficiarse de un seguimiento clínico más estrecho, lo que elevaría la calidad asistencial y los resultados en salud conseguidos y disminuiría el consumo de recursos, lo que redundaría en una mayor eficiencia del sistema nacional de salud.