La enfermedad de Behçet se caracteriza por la triada clásica de aftosis oral, genital y uveítis1. Sin embargo, puede asociarse a compromiso sistémico. Entre sus manifestaciones cutáneas se describen eritema nodoso, pseudofoliculitis, púrpura, tromboflebitis migratoria2.
A continuación se describe un caso de criptococosis cutánea interpretado inicialmente como vasculitis, revelador de un adenocarcinoma de colon avanzado.
Observación clínicaUn paciente de 67 años de edad, trabajador rural, con enfermedad de Behçet de 20 años de evolución tratada con colchicina 1mg/d que consultó, tras 5 años de pérdida de seguimiento, por aparición de lesiones de púrpura palpable en dorso de las manos, muslos y antebrazos de 2 semanas de evolución, sin aftosis orogenital. Ante la sospecha de vasculitis cutánea se solicitó analítica general y se indicó prednisona 20mg/d, en espera de estudios complementarios.
Dos semanas más tarde, el paciente consultó nuevamente mostrando lesiones necróticas extensas y ulceradas de la mano izquierda (fig. 1), el muslo y el antebrazo derecho. La analítica realizada no evidenció compromiso sistémico. La biopsia de las lesiones constató criptococosis cutánea, que fue confirmada por cultivo. Se indicó tratamiento con fluconazol a dosis de 400mg/d y el servicio de cirugía reparadora realizó debridamiento de las lesiones y curas locales. Una TC de tórax y abdomen constató múltiples metástasis hepáticas de adenocarcinoma del colon izquierdo, sin compromiso pulmonar. No se propuso injerto cutáneo debido a la corta expectativa vital del paciente, que falleció 4 meses después del diagnóstico.
DiscusiónLa vasculitis cutánea es una forma posible de manifestación de la enfermedad de Behçet. Sin embargo, la evolución tórpida de este paciente y la ausencia de otras manifestaciones de su enfermedad, hizo evocar la posibilidad de una micosis cutánea. La criptococosis es una micosis oportunista con manifestaciones diversas3, entre ellas, el compromiso cutáneo con lesiones cuyo estadio inicial puede confundirse con vasculitis de diverso origen. Los factores de riesgo más comunes son la infección por HIV, la corticoterapia por encima de 20mg/d, el transplante de órganos sólidos, las enfermedades reumáticas bajo inmunodepresión y las neoplasias. Las vías de ingreso del criptococcus neoformans son fundamentalmente la vía respiratoria, pudiendo facilitar la diseminación hematógena, o la vía cutánea a través de abrasiones locales, frecuente en trabajadores rurales como en el paciente descrito3. El tratamiento con fluconazol o itraconazol es de elección, necesitando eventualmente debridamiento quirúrgico de las lesiones. En caso de diseminación hematógena o compromiso neurológico se prefiere la anfotericina B y la flucitosina.
En conclusión, debe sospecharse la micosis cutánea en pacientes con lesiones símilvasculitis de evolución tórpida, sin respuesta a corticoides, aún más si existe un contexto de inmunodepresión.