Leímos con interés la reciente y completa revisión de Mejía y López-Vélez sobre alfavirus tropicales artritogénicos1. Sin embargo, basados en nuestra experiencia en Colombia, país significativamente afectado por arbovirosis como la infección por el virus chikungunya y por el virus zika, deseamos discutir algunos aspectos de la revisión que deberían haber sido mencionados2.
En América Latina han emergido nuevos agentes virales tropicales, transmitidos por vectores artrópodos (arbovirus). Estos se clasifican en 4 grupos, A, B, C y D siendo los 2 primeros de mayor importancia clínica2. En el grupo A se encuentra el género alfavirus, donde se incluye el virus chikungunya y el virus Mayaro, ambos artritogénicos; mientras que en el grupo B se incluyen otros virus tropicales artritogénicos de otros géneros y familias, también de considerable importancia clínica, incluyendo sus manifestaciones reumatológicas, como es el caso de los virus zika y dengue2. El título del artículo hace pensar que solo se referirán a alfavirus artritogénicos, pero ello no ocurre en la tabla 1 donde hay un amplio espectro de virus causantes de manifestaciones osteomioarticulares, lo cual hace pensar que hablan en general de virus de importancia reumatológica, pero en este caso faltaría mencionar por ejemplo, al virus zika, el cual no solo genera artralgias y otras manifestaciones reumatológicas, sino que recientemente ha sido detectado directamente en líquido sinovial, incluso por varias semanas3.
Hablando específicamente de chikungunya, uno de los alfavirus artritogénicos de mayor importancia en morbilidad aguda y crónica con largos de persistencia, en Colombia, entre 2014 y 2015 se presentaron más de 3 millones de casos, de los cuales, una proporción cercana al 50% desarrollan reumatismo inflamatorio crónico post-chikungunya (RIC-pCHIK). Esto se ha documentado en múltiples cohortes en los departamentos de Sucre4, Tolima5 y Risaralda6, desde inicios de 2016, posterior a estimaciones7 y metaanálisis de estudios observacionales en otros países8. Por ello llama la atención que al referirse al RIC-pCHIK solo se hace referencia a los estudios de La Reunión, Francia, pero no hay mención alguna a América Latina.
Es importante resaltar la frecuencia relativamente alta observada en algunos reportes, con rangos desde el 14,4% hasta el 87,2%, con una media de persistencia de 20,12 meses en el 47,57% (IC 95%: 45,08-50,13) y una duración incluso mayor a los 5 años7,9, de esta manera el RIC-pCHIK se establece como un reto para la reumatología latinoamericana.
Finalmente, también llama la atención que sobre Mayaro no se hace mayor referencia, especialmente porque luego de chikungunya, este alfavirus artritogénico podría ser de importancia no solo en su morbilidad aguda, sino también crónica en muchos países de América Latina, recientemente reportado en nuevos brotes en Venezuela y en Haití, entre otros, por lo cual es un diagnóstico diferencial, también a considerar10.