La sinovitis simétrica seronegativa remitente con edema (RS3PE) es una patología poco común, con una prevalencia del 0,09%1 y predominante en personas mayores de 65años, especialmente hombres. La etiología de la RS3PE es incierta, pero se asocia a factores genéticos (HLA-B7), infecciones, vacunaciones, enfermedades sistémicas y neoplasias2-4. Su diagnóstico es principalmente clínico, basado en los criterios de Olivo5 (tabla 1). Su identificación temprana es crucial debido a su buen pronóstico con adecuado tratamiento y su vinculación con enfermedades subyacentes potencialmente más graves. La implicación de la infección del virus SARS-CoV-2 en el desarrollo de enfermedades autoinmunes como esta nos puede permitir entender mejor el mecanismo de la patogenicidad de las mismas.
Se presenta un caso de RS3PE en una mujer de 86años con antecedentes de hipertensión arterial, hernia de hiato, asma, y hepatitisC curada, que manifestó síntomas dos meses después de contraer SARS-CoV-2. La paciente presentó un deterioro del estado general, acompañado de edema en manos y pies, más notable en el lado derecho, y dolor con impotencia funcional sin fiebre. A la exploración se observó edema en las manos en forma de «guante de boxeo» (fig. 1) y dolor en las articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas proximales, sin rigidez articular. Los análisis de sangre mostraron leucocitosis, trombocitosis y elevación de la proteínaC reactiva, con función renal y hepática normal. En las pruebas de autoinmunidad, si bien el factor reumatoide dio positivo, el péptido citrulinado cíclico, junto con los demás estudios de autoinmunidad, resultaron negativos. No se detectó proteinuria ni elevación del NT-proBNP. La radiografía de tórax y las pruebas de imagen de las extremidades fueron normales. Después de descartar otras causas de edema e infecciones, y dado que la paciente no tenía antecedentes de artritis, se diagnosticó RS3PE, cumpliendo 6 de los 7 criterios de Olivo.
Se inició tratamiento con prednisona 30mg diarios, observándose una respuesta clínica favorable. La paciente experimentó una rápida remisión de los edemas y la artralgia, junto con una disminución significativa de los reactantes de fase aguda. Fue dada de alta con una pauta descendente de corticoides, manteniendo una dosis mínima sin recaídas de artritis o edemas y sin evidencias de patología neoplásica subyacente.
La etiología de las enfermedades inflamatorias autoinmunes es multifactorial, involucrando predisposiciones genéticas y factores ambientales como las infecciones virales6, que pueden desencadenar respuestas autoinmunes inapropiadas7. La infección por el virus del SARS-CoV-2 ha demostrado ser un desencadenante significativo de diversas condiciones autoinmunes6. Una revisión sistemática realizada en 2024 analizó la aparición de enfermedades autoinmunes tras la infección por SARS-CoV-2. El estudio encontró que el riesgo de ser diagnosticado con alguna enfermedad autoinmune era mayor durante el primer año posterior a la infección. Las enfermedades con mayor riesgo fueron la vasculitis cutánea, la poliarteritis nodosa y la angeítis hipersensible, mientras que las de mayor incidencia fueron psoriasis, artritis reumatoide y diabetes mellitus tipo1. No obstante, no se reportaron casos de RS3PE8.
Hasta la fecha no hay documentados otros casos de RS3PE tras la infección por el virus del SARS-CoV-2, aunque sí tras la vacunación con BNT162b2 mRNA9. Este caso contribuye a aumentar la evidencia del impacto del virus de la COVID-19 en las enfermedades autoinmunes y resalta la importancia de considerar infecciones virales recientes como posibles desencadenantes de enfermedades inflamatorias poco comunes.
Declaración sobre el uso de inteligencia artificialDurante la preparación de este trabajo los autores utilizaron Chat GPT para mejorar el lenguaje y la legibilidad del manuscrito. Después de usar esta herramienta, se ha revisado y editado el contenido según fuera necesario y asumen plena responsabilidad por el contenido de la publicación.





