La osteoartritis (OA) y la patología de partes blandas (PPB) son las causas más frecuentes de enfermedad osteoarticular. Según el estudio EPISER1 la prevalencia de la OA en España es de 29,35%. El rol de la inflamación es importante en estas enfermedades, ya que la liberación de citoquinas en la sinovial genera un círculo vicioso de inflamación-destrucción provocando dolor, rigidez y discapacidad a los pacientes2,3.
Las terapias actuales incluyen tratamientos conservadores encaminados a controlar el dolor, pero en muchos casos estos tratamientos fracasan y se requieren procedimientos quirúrgicos invasivos no exentos de riesgos4. Por ello, en los últimos años está resurgiendo el uso de la radioterapia (RT) de bajas dosis en estas enfermedades para el control del dolor.
El objetivo de este estudio fue evaluar la efectividad de la RT en la mejoría del dolor mediante la escala visual analógica (EVA-dolor). Los pacientes fueron clasificados en el grupo de OA si presentaban al menos una de las siguientes características en radiografía simple: presencia de osteofitos, esclerosis subcondral, disminución asimétrica de espacio articular o geodas subcondrales, y en el grupo de entesitis, sinovitis o tenosinovitis si cumplían las definiciones ecográficas correspondientes según las guías de la Outcome Measures in Rheumatology (OMERACT) del año 20055. Todos los pacientes estaban diagnosticados de OA o de PPB. Ningún paciente presentaba ninguna enfermedad autoinmune o inflamatoria reumática asociada.
Se realizó un estudio longitudinal en 114 pacientes (96 mujeres y 18 varones; media de edad de 64,4±11,1 años y media de EVA-dolor basal de 8,26±1,56) incluidos entre 2015 y 2017. Las enfermedades fueron agrupadas en 5 categorías: entesitis (N=29) incluyendo trocanteritis, fascitis plantar, epicondilitis lateral, OA periférica (N=67) incluyendo OA de hombro, OA de cadera, OA de pie, OA de rodilla, OA de mano, OA axial lumbar (N=8), sinovitis de interfalángicas proximales de manos (N=5) y tendinitis (N=5) incluyendo tenosinovitis de flexores de mano y tenosinovitis del tibial posterior.
El principal outcome del estudio fue la mejoría de EVA-dolor ≥50%. Todos los pacientes recibieron un primer tratamiento con RT a dosis de 6Gy/6 sesiones/durante 2 semanas. Tras un período de 6-8 semanas se reevaluó a los pacientes y aquellos no respondedores recibieron un nuevo ciclo de RT idéntico al anterior. Cincuenta y tres pacientes alcanzaron respuesta terapéutica en el primer ciclo y 40 recibieron un segundo ciclo de tratamiento, de los cuales 27 respondieron. El porcentaje global de pacientes respondedores entre los 2 tratamientos fue del 70,1%. La media de disminución de la EVA tras el primer tratamiento con respecto al basal fue de 2,89 puntos (IC 95%: 2,29-3,31; p<0,001), mientras que entre el segundo y el primer tratamiento fue de 3,67 puntos (IC 95%: 2,82-4,62; p<0,0001). En cuanto al tipo de enfermedad, las entesitis respondieron mejor que la OA axial (p=0,046) y la OA periférica (p=0,019). Por localizaciones, aquellas con respuesta al tratamiento estadísticamente significativa fueron la OA de manos, OA de hombro, OA de rodilla, la trocanteritis, la tendinitis del tibial posterior y la fascitis plantar. El resto de enfermedades no es valorable por el pequeño tamaño muestral. Ningún paciente presentó efectos adversos.
En la tabla 1 se muestra el tamaño muestral y el porcentaje respecto al total de cada enfermedad, así como la significación estadística mediante la prueba de muestras emparejadas tras el primer y segundo tratamiento respecto a la situación basal.
Porcentaje del total de cada enfermedad y porcentaje de pacientes que experimentaron respuesta al primer y segundo tratamiento
Enfermedad | N.° | Porcentaje del total | Porcentaje de pacientes con mejoría tras 1.° tratamiento | Significación(bilateral) | Porcentaje de pacientes con mejoría tras 2.° tratamiento | Significación(bilateral) |
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Trocanteritis | 20 | 17,54 | 36,4 | 0,000 | 83,3 | 0,002 |
Fascitis plantar | 7 | 6,14 | 57,1 | 0,012 | 57,1 | 0,001 |
Epicondilitis | 2 | 1,75 | 33,3 | 0,286 | NR | |
OA de hombro | 10 | 8,77 | 37,5 | 0,033 | 75 | 0,069 |
OA de cadera | 3 | 2,63 | NR | — | NR | — |
OA de pie | 4 | 3,51 | 50 | 0,07 | 25 | NR |
OA de rodilla | 16 | 14,03 | 56,3 | 0,001 | 71,4 | 0,01 |
OA de mano | 34 | 29,82 | 38,2 | 0,001 | 27,3 | 0,064 |
OA axial | 8 | 7,02 | 12,5 | 0,111 | 25 | NR |
Sinovitis | 5 | 4,38 | 33,3 | NR | NR | NR |
Tenosinovitis mano | 3 | 2,63 | 33,3 | 0,286 | NR | NR |
Tenosinovitis tibial posterior | 2 | 1,75 | 100 | 0,05 | NR | NR |
NR: no realizable; OA: osteoartritis.
Estos resultados están en consonancia con otros estudios6–9 y reflejan la eficacia en el tratamiento del dolor en más de 2 tercios de los pacientes. La administración de un segundo ciclo de RT ha sido menos estudiada10, pero dada la buena tolerancia puede ser una opción interesante en pacientes que no alcanzan respuesta con el primer tratamiento.
La evolución de las técnicas (campos de radiación más pequeños y dosis más bajas) ha contribuido a mejorar el perfil de seguridad de este procedimiento, con lo cual el riesgo de cáncer radio-inducido en tratamientos con RT a bajas dosis para enfermedad benigna es muy bajo11. Así pues, con estos datos se contribuye a proporcionar a los clínicos una aproximación del uso de la RT como alternativa terapéutica eficaz y segura en la OA y la PPB refractaria a tratamiento convencional.