El quiste de Baker es una colección anormal de líquido sinovial en la bursa gastrocnemio-semimembranosa que puede observarse, con cierta frecuencia, en el hueco poplíteo de pacientes con patología de la rodilla. Sin embargo, también es posible encontrar tumoraciones derivadas de estructuras vasculares o neurológicas. Presentamos el caso de una paciente con artritis reumatoide en el que el examen ecográfico efectuado con la sospecha de quiste de Baker detectó un aneurisma de la arteria poplítea.
Baker's cyst is the most common mass located in the back side of the knee, the popliteal fossa, in patients with degenerative and inflamatory disease of the knee. Popliteal mass may also be due to proliferation of adipose tissue, popliteal artery aneurysm, thrombotic vein, or tumor. These lesions are rarer and may easily be misinterpreted as cysts. We show a man with rheumatoid arthritis who is presenting a palpable mass in the popliteal fossa. Ultrasonography examination demostrated a popliteal artery aneurysms.
En los pacientes con artrosis y enfermedades inflamatorias articulares puede observarse, con cierta frecuencia, una tumoración de contenido líquido en el hueco poplíteo, denominada quiste de Baker1,2, debida a la distensión de la bursa gastrocnemio-semimembranosa o, en su defecto, a una herniación de la cápsula articular posterior con líquido sinovial a tensión. Los quistes de Baker pueden extenderse distalmente disecando los planos anatómicos de los tejidos blandos de la pantorrilla e, incluso, romperse simulando una trombosis venosa profunda. Sin embargo, el hueco poplíteo también puede alojar tumoraciones derivadas de distintas estructuras anatómicas vasculares, neurológicas y musculotendinosas. Entre ellas, el aneurisma de la arteria poplítea es la tumoración vascular más frecuente en el hueco poplíteo; esta área es la localización más frecuente de los aneurismas arteriales periféricos (70%).
La exploración física3 no permite un diagnóstico diferencial de certeza entre estas dos entidades. De hecho, una masa palpable en el hueco poplíteo puede corresponder simplemente a una acumulación de tejido adiposo. Este diagnóstico diferencial sí puede establecerse mediante el uso de la ecografía musculoesquelética4,5 como técnica diagnóstica sencilla, accesible, no ionizante, cómoda y rápida para el paciente. Como bien es sabido, asociada al Doppler color permite visualizar vasos y lesiones inflamatorias en articulaciones, músculos y tendones. También es de utilidad como guía para la aspiración y la infiltración porque aumenta el éxito y la rentabilidad de estos procedimientos.
Caso clínicoPaciente varón de 60 años con artritis reumatoide de 6 años de evolución en tratamiento con sulfasalazina 1.500mg/día y deflazacort 6mg/día, con buen control clínico y analítico de su enfermedad. Se trata de un paciente fumador activo de 20 cigarrillos/día y con cardiopatía isquémica crónica. En una revisión habitual refiere la aparición de una tumoración dolorosa en el hueco poplíteo derecho, cuyo dolor se incrementa con la bipedestación prolongada. En la exploración física se objetivó una tumoración centro-medial no pulsátil en el hueco poplíteo y se sospechó la existencia de un quiste de Baker.
Para confirmar el diagnóstico clínico se practicó una ecografía con un equipo de ultrasonidos GE Logiq 9, cuyo software permite una aplicación de imagen panorámica (LOGIQview) utilizando una sonda lineal de 9-12MHz. En el estudio ecográfico se observó una dilatación aneurismática de la arteria femoral superficial de 2cm y de la arteria poplítea de 2,33cm en el miembro inferior derecho con oclusión poplítea distal (figs. 1–3).
La arteria poplítea6 es la localización más frecuente de los aneurismas de las arterias periféricas. Suelen aparecer en varones con edades comprendidas entre los 60 y los 70 años y con frecuencia se asocia a aneurismas aortoilíacos. Su característica más importante es la evolución hacia la complicación isquémica, independientemente de su diámetro. Se estima que la precisión del examen físico en su diagnóstico es sólo del 50%, porque los aneurismas pequeños no son palpables y, al igual que en en nuestro caso, no siempre son pulsátiles. La ecografía7 ha demostrado ser superior al examen físico e, incluso, a la arteriografía, ya que muchos aneurismas no pueden detectarse por angiografía por estar ocupados por trombos. La ecografía permite visualizar tanto las paredes del aneurisma como sus trombos internos. Se ha demostrado, además, que el tamaño y la extensión ecográfica del aneurisma se correlacionan muy bien con los hallazgos quirúrgicos. Frente a la ecografía, la arteriografía no es capaz de mostrar las áreas del aneurisma ocupadas por trombos y suele subestimar el tamaño de los aneurismas, y el examen físico suele sobreestimarlo por la grasa presente en el hueco poplíteo. La ecografía supera tales limitaciones y, además, permite diferenciar los aneurismas de otras masas en el hueco poplíteo frecuentes en pacientes con enfermedades inflamatorias articulares, como el quiste de Baker.
ConclusionesLa exploración física resulta insuficiente para diferenciar el quiste de Baker de los aneurismas poplíteos, ya que no siempre aparecen como masas pulsátiles. La ecografía musculoesquelética, con el apoyo del Doppler-color, es la técnica de elección en el diagnóstico diferencial entre ambas lesiones tumorales del hueco poplíteo por lo que debería ser accesible al reumatólogo en su práctica clínica habitual.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.