Mujer de 68 años con espondiloartrosis, fibromialgia, osteoporosis y cribado mamográfico reciente BI-RADS I (mamografía negativa a malignidad, sin ganglios o calcificaciones). Presenta dolor dorso-lumbar tras un sobresfuerzo físico, detectándose un aplastamiento vertebral de D7 con analítica normal (marcadores tumorales, metabolismo óseo y reactantes de fase aguda). Posteriormente, dado el empeoramiento progresivo, se realiza un estudio de extensión con gammagrafía ósea (GO), tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM), objetivándose lesiones sugestivas de proceso infiltrativo en los cuerpos vertebrales de D6, D7, D10 y L5, así como adenopatías inespecíficas a nivel axilar izquierdo, pero sin un claro foco primario (fig. 1). Finalmente, el estudio mediante tomografía por emisión de positrones (PET) logra identificar un pequeño nódulo en la región lateral y profunda de la mama izquierda, con hallazgos patológicos desde el punto de vista metabólico (fig. 2), por lo que se realiza una biopsia guiada por ecografía cuyo resultado histológico fue de carcinoma ductal infiltrante moderadamente diferenciado (fig. 3). Se inicia tratamiento hormonal, tumorectomía del nódulo mamario y linfadectomía axilar izquierda con buena evolución posterior.
A. Hematoxilina-eosina (4×); se observan células tumorales de núcleos hipercromáticos. B. En la tinción de inmunohistoquímica (4×) las células conservan la expresión de E-cadherina, rodeadas de un estroma desmoplásico. C. A mayor aumento (20×) se distinguen en otras áreas de cilindro formación de esbozos de glándulas que infiltran el intersticio, el cual es fibroso y con reacción inflamatoria.
La columna vertebral es el lugar más frecuente de metástasis óseas, estimándose que alrededor de un 10% de pacientes con cáncer desarrollarán una metástasis espinal (>50% metástasis multinivel), destacando de entre ellas las de mama, próstata y pulmón. Si bien hasta un 36% de las lesiones vertebrales pueden cursar de forma asintomática, el dolor lumbar secundario a un fractura patológica es el síntoma más predominante1,2.
El cáncer oculto de mama consiste en la aparición de un linfonodo axilar metastásico, en el que clínica y radiológicamente no se objetiva un tumor primario de mama; dicho cuadro no es frecuente, describiéndose entre el 0,3 y 0,8% de todos los tumores de mama3,4.
La primera prueba de imagen en el abordaje inicial se basa en la radiología simple. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos estos hallazgos suelen ser inespecíficos, por lo que el uso de otras pruebas complementarias de imagen como la GO, TC, RM y PET constituirán una gran ayuda para determinar la causa de la afectación vertebral5. De ellas, la PET permitirá identificar lesiones con metabolismo anormal sin necesidad de una alteración anatómica objetiva (sensibilidad 62-100% y especificidad 96-100%)6. En cuanto al cáncer oculto de mama, la detección de dichas lesiones pequeñas permitirá su diagnóstico cuando el resto de pruebas de imagen convencionales tengan dificultades para su identificación7,8.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes incluidos en el estudio han recibido información suficiente y han dado su consentimiento informado por escrito para participar en dicho estudio.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.