Agradecemos sinceramente el interés mostrado por los Dres. Suárez-Díaz y Caminal-Montero en las Recomendaciones SER sobre Prevención de Infección en Pacientes con Enfermedades Reumáticas Autoinmunes Sistémicas (ERAS), así como las interesantes preguntas que plantean en su carta sobre las mismas.
Respecto a la primera cuestión, acerca de las dosis de trimetropin-sulfametoxazol (TMP/SMX) para la profilaxis de Pneumocystis jirovecii, la redacción de la recomendación final generó una extensa discusión dentro del panel multidisciplinar. Esto es debido a que la dosis más ampliamente utilizada en el ámbito de la reumatología es la dosis alta (160mg de TMP y 800mg de SMX), administrada 3 días a la semana. Sin embargo, como se discute en el documento, y dado que las recomendaciones están basadas en la evidencia disponible, se consideró que la dosis más baja (i.e. 400mg de sulfametoxazol y 80mg de trimetoprim), administrada a dosis diarias, está mejor fundamentada en la literatura científica y quizás presenta mayor probabilidad de adherencia, al no tratarse de dosis intermitentes. Otro factor que se consideró para la decisión final respecto a la dosis fue, precisamente, la disponibilidad en España de la presentación de 400mg/80mg, frente a la ausencia de una presentación de 200mg/40mg, en el momento de la redacción de las recomendaciones1. No creemos que nuestra recomendación pueda inducir a confusión, como sugieren los autores de la carta, ya que en la discusión de la misma se indica claramente que la dosis alta (160mg de TMP y 800mg de SMX), debe administrarse siempre 3 veces por semana. En cualquier caso, en la revisión sistemática de la literatura que fundamenta la recomendación, se reconocen pautas alternativas, también eficaces y seguras2. Al existir varias opciones, se debería ser, por supuesto, especialmente cuidadoso con la prescripción y la información proporcionada al paciente. Otro aspecto que convendría aclarar, que afecta exclusivamente a la redacción de la recomendación, es el orden de la dosis compuesta que aparece. Es cierto que en el enunciado de la recomendación se menciona antes el trimetoprim que el sulfametoxazol y, sin embargo, en la dosis se habla de 400mg/80mg. Quizás hubiera sido deseable mencionar las dosis al revés, esto es, 80mg/400mg. En cualquier caso, también es cierto que varias formulaciones genéricas disponibles en nuestro país aparece antes sulfametoxazol.
Respecto a la segunda cuestión que muy acertadamente plantean los autores de la carta, el hecho de no incluir recomendaciones respecto a la tuberculosis se debe a una cuestión de economía de medios. De acuerdo con los procedimientos normalizados de la Sociedad Española de Reumatología, los documentos de recomendaciones SER tienen un alcance limitado, ya que solo pretenden abordar áreas concretas en el manejo de los pacientes, y, por lo tanto, responden a un número restringido de preguntas de investigación. Se excluyó, entre otras, la infección tuberculosa porque el panel de expertos elaborador del documento entendió que tenía menos interés incluir recomendaciones de tratamiento de la tuberculosis latente, al no preverse peculiaridades específicas para las ERAS que justificasen el esfuerzo y desplazasen a otra pregunta de investigación. Al igual que en la prevención de otras infecciones, el panel optó por mencionar su necesidad y referenciar documentos genéricos de alta calidad ya disponibles y recientemente actualizados3.
FinanciaciónFundación Española de Reumatología.