Las terapias biológicas que se utilizan en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias con componente autoinmune como la artritis reumatoide, la psoriasis o la artritis psoriásica son en su mayoría anticuerpos monoclonales que tienen como diana farmacológica moléculas implicadas en la fisiopatología de estas entidades. La satisfacción de los pacientes con estos tratamientos es un aspecto importante a tener en cuenta, junto con su efectividad y seguridad ya que contribuye a una mayor adherencia y a un mejor control de la enfermedad.
El objetivo principal del estudio fue conocer el grado de satisfacción de los pacientes tratados con fármacos biológicos en un hospital comarcal con un área de referencia de 109.530 habitantes.
Se realizó un estudio descriptivo y transversal durante los meses de octubre a diciembre de 2016. Se entregó a los pacientes una encuesta estructurada de aproximadamente 15min de duración. Se evaluó el grado de satisfacción antes y después del biológico de 0 al 10 dónde 0 era insatisfacción máxima y 10 satisfacción máxima, y la mejoría del dolor siendo 0 nada de mejoría y 10 el máximo de mejoría. Eran elegibles para el estudio todos los pacientes que estaban en tratamiento con un fármaco biológico de reumatología o dermatología durante los meses que duró el estudio. No había criterios de exclusión. El cuestionario se entregaba a todos los pacientes que acudían al servicio de farmacia a recoger medicación o a consultas externas en caso de tratamientos administrados por enfermería. Todos los pacientes recibieron una hoja informativa del estudio y firmaron el consentimiento informado. Se elaboró una base de datos con las respuestas para explotación con SPSS® v.22. Los datos cualitativos se expresaron con porcentaje y los cuantitativos con mediana y percentil 25-75.
Del total de 149 pacientes que estaban en tratamiento biológico durante el estudio, se incluyeron un total de 111 pacientes (tasa de respuesta del 74,5%). En la tabla 1 se muestran sus características demográficas y clínicas. La satisfacción de los pacientes antes y después del tratamiento biológico fue de 2 (0-5) y 8 (7-9) puntos, respectivamente. Un 90,1% de los pacientes afirmaron que la decisión de iniciar el tratamiento fue mayoritariamente del médico. Hubo 64 (57,7) pacientes que se auto administraban el fármaco y 27 (24,3%) que acudían a hospital de día. La mejoría del dolor obtuvo una puntuación de 8 (7-9). Un 94,6 y 97,3% se sentían cómodos con la vía y la frecuencia de administración, respectivamente, expresando una puntuación de 2 (0-6) de dolor durante la administración. Solamente 15 pacientes reportaron algún olvido de dosis y de estos, un 53,3% informaron a su médico/farmacéutico. Un 95,4% y un 93,6% de pacientes consideraba que el fármaco biológico había controlado la enfermedad y había mejorado su calidad de vida, respectivamente. Ochenta y nueve (80,2%) y 97 (87,4%) pacientes creían que estaban suficientemente informados sobre el fármaco y sobre su enfermedad, respectivamente. La mayoría de pacientes (98,2%) consideraba que el lenguaje del personal sanitario era comprensible. Solo 4 (3,6%) pacientes afirmaron pertenecer a una asociación de pacientes.
Como limitación sabemos que no se obtuvo información sobre 38 pacientes, aunque desconocemos el motivo por el que no realizaron la encuesta, proporcionalmente, las mujeres participaron más que los varones en el estudio. La edad de los pacientes es muy similar en ambos grupos. Respecto a la situación laboral, hay mayor porcentaje de pacientes activos y pensionistas entre los pacientes que no respondieron la encuesta. En cuanto a distribución por enfermedades, en los pacientes que no participaron en el estudio hay un menor porcentaje de pacientes con AR y mayor de psoriasis, y destaca una menor proporción de adalimumab en detrimento de ustekinumab y etanercept que aumentan.
Como conclusiones y en línea con publicaciones recientes1,2, el grado de satisfacción de los pacientes con tratamientos biológicos en nuestra área de referencia es muy elevado independientemente de su vía de administración. Un 94% de los pacientes considera que ha mejorado su calidad de vida y que pueden volver a realizar una vida normal.