Mujer de 87 años, con historia de fracturas vertebrales y osteoartrosis dorso-lumbar severa, en tratamiento con calcio, vitamina D y alendronato, además de AINE, tramadol y calor local, valorada en nuestro servicio por lesiones cutáneas dorsales de tiempo indeterminado de evolución, asintomáticas. En la exploración física se evidenció un área maculosa reticulada eritematoviolácea, con áreas de aspecto atrófico y zonas de pigmentación parduzca que respetaba las zonas libres de apoyo (fig. 1). Puesto que el diagnóstico clínico era compatible con eritema ab igne, en la anamnesis dirigida la paciente reconoció el uso continuo de una manta eléctrica a altas temperaturas en dicha área desde hacía varios años, lo que permitió confirmar el diagnóstico. Se recomendó restringir la exposición directa al calor y moderar la temperatura pero, dado el avanzado daño cutáneo, solo hubo una discreta mejoría.
El eritema ab igne se debe a una exposición reiterada de la piel a niveles de calor por debajo del umbral de la quemadura (43-47°C). Dicha exposición induce, mediante mecanismos aún desconocidos, un daño superficial en el plexo venoso dérmico, con vasodilatación y depósito de hemosiderina, que le otorga ese aspecto tan característico.
Aunque tradicionalmente esta entidad, denominada también “cabrillas», aparecía en la superficie pretibial de pacientes ancianos en relación con la exposición a braseros, actualmente el uso de nuevas tecnologías, como el apoyo del portátil en los muslos, y, sobre todo, el empleo de fuentes de calor como método antiálgico, son los principales desencadenantes. Por ello, entendemos que es necesario dar a conocer esta entidad a aquellos profesionales que recomiendan este tipo de medidas en su práctica habitual, ya que en fases iniciales la clínica puede remitir, pero si se prolonga la exposición el daño se torna irreversible, habiéndose descrito casos de transformación maligna a carcinoma epidermoide.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.