He leído con interés el trabajo de González Porto S.A. et al. que ponen en cuestión la utilidad de la ecografía en el diagnóstico de arteritis de células gigantes (ACG)1. El artículo refleja un esfuerzo por mejorar la precisión y la innovación en el diagnóstico de esta enfermedad lo que es de agradecer, aunque reúne algunas imprecisiones que convendría comentar.
En material y métodos no se menciona la experiencia del ecografista, algo fundamental para evaluar los resultados. En este sentido, cabe destacar que los parámetros ecográficos empleados no son óptimos, se ha utilizado una sonda de 10MHz, mientras que en las recomendaciones EULAR2 se señala que para arterias craneales se debe usar una sonda de al menos 15MHz; la frecuencia de color empleada es muy baja 5,7MHz frente a los 7-12MHz que debería haberse empleado, el PRF de 1,1kHz debería haber sido de 2-3,5kHz. Todo ello probablemente ha disminuido la calidad de los resultados y cuestiona la conclusión final de que la utilidad de la ecografía es limitada.
En las recomendaciones EULAR sobre el uso de imagen en vasculitis de vaso grande (VVG) se señala que la ecografía debe hacerse por un especialista entrenado utilizando equipo, procedimientos operacionales y ajustes apropiados. Comentan también que la fiabilidad puede mejorarse con una capacitación específica, y que las sociedades científicas deben promover programas de formación especialmente en ecografía de VVG. Me consta que la Sociedad Española de Reumatología tiene en marcha un programa de formación para la implementación de estas recomendaciones en el primer semestre de 2019, iniciativa que supongo será adoptada también por otras sociedades científicas.
No obstante, quiero agradecer, y destacar, el interés de los autores por llevar esta técnica a sus pacientes y animarles a seguir, con la seguridad de que les será útil. Ese es el camino que nosotros iniciamos en 2004 y nuestros resultados entonces fueron solo un 15% superiores a los de los autores con unas sensibilidades y especificidades en torno al 70%. Desde entonces periódicamente revisamos nuestros resultados confrontando la clasificación diagnóstica de acuerdo a la biopsia, criterios de clasificación ACR y criterios ecográficos, lo que junto con la mejora en la calidad de los equipos han conseguido que en nuestra consulta la ecografía tenga una sensibilidad del 91,6% y una especificidad del 95,833.
Finalmente señalar que el debate sobre si utilizar ecografía o biopsia en el diagnóstico de ACG está acabando. Las recomendaciones EULAR concluyen que ambas son válidas y su uso depende de su disponibilidad y entrenamiento en cada centro2. En los próximos criterios de clasificación de ACG ACR/EULAR presentados en el último Congreso ACR 2018, la ecografía aparece con el mismo valor (5 puntos) que la biopsia, siendo 6 puntos los necesarios para confirmarse la clasificación tras cumplirse los criterios de entrada.