En primer lugar queríamos agradecer a Aomar-Millán et al.1 su respuesta a nuestro artículo en el que sugerimos el potencial beneficio de anakinra en el tratamiento de la infección por SARS-CoV-2 refractaria al tratamiento con tocilizumab2.
La «tormenta de citocinas» secundaria a la infección por SARS-CoV-2 condiciona cuadros graves de enfermedad COVID-19. La activación desmesurada del sistema inmune produce un cuadro similar al SLHH3. El aumento de las citocinas proinflamatorias (IL-1, IL-6 o TNF-alfa), de factores procoagulantes y la linfopenia presentan una importancia capital en su patogenia.
El uso de inmunosupresores como dexametasona y los anticuerpos anti-IL-6 (tocilizumab) y anti-IL-1 (anakinra) son el pilar del tratamiento de la fase inflamatoria de la infección por SARS-CoV-24.
Como reporta Aomar-Millán et al., anakinra ha sido recientemente aprobado por la EMA para el tratamiento de pacientes con neumonía por SARS-CoV-2 que necesitan oxigenoterapia suplementaria y que tienen riesgo de evolucionar a insuficiencia respiratoria grave determinada por una concentración plasmática del receptor soluble del activador del plasminógeno tipo uroquinasa (suPAR)≥6 ng/ml. Esta aprobación se ha basado en el estudio SAVE MORE5, donde se demostró una disminución en mortalidad y en estancia hospitalaria en los pacientes tratados precozmente con anakinra.
Resulta interesante el estudio retrospectivo de Aomar-Millán et al.6 en el que se analizaron 143 pacientes con neumonía por SARS-CoV-2. Los pacientes refractarios al tratamiento con corticoesteroides y tocilizumab recibieron tratamiento con anakinra a dosis de 100mg/cada 8-12h entre el día 2 y 6. La administración de anakinra se asoció con una reducción del riesgo de mortalidad (HR: 0,518; IC del 95%: 0,265-0,910; p=0,0437).
El paciente descrito en nuestro artículo2 recibió 2 dosis de tocilizumab (8mg/kg, subcutáneo) y, dada la ausencia de mejoría respiratoria y analítica transcurridas 48h de la administración de tocilizumab, se decidió la administración de anakinra (100mg dosis total única, subcutánea). En el momento del ingreso hospitalario del paciente (abril 2020), el uso de anakinra en la fase inflamatoria de la neumonía por SARS-CoV-2 se encontraba en estudio. Por lo tanto, no había descrito en la literatura una dosis recomendada en dicho momento. Actualmente, aunque sigue sin haber consenso, sí que se recomiendan dosis mayores y con varios días de tratamiento continuado5–7. Al igual que Aomar-Millán et al. en su respuesta, consideramos en la discusión de nuestro artículo que no se podía justificar la mejoría clínica del paciente únicamente debido al efecto del tratamiento con anakinra, y que no había que descartar un beneficio tardío del tocilizumab.
Conflicto de interesesJJC-H: Consulting or Advisory Role: MSD Oncology, Bristol-Myers Squibb, Merck Speakers’ Bureau: MSD Oncology, Bristol-Myers Squibb, Merck, Roche, Janssen Oncology, AstraZeneca Travel, Accommodations, Expenses: MSD Oncology; los autores restantes carecen de conflictos de intereses.