La artritis séptica de la articulación esternoclavicular ocurre en menos del 1% de todos los casos de artritis séptica. Está frecuentemente asociada a condiciones predisponentes como el abuso de drogas intravenosas y la diabetes. Debido a la rareza de la condición, el diagnóstico frecuentemente se retrasa1. Serratia marcescens en una enterobacteria Gram negativa asociada a un amplio espectro de infecciones nosocomiales2.
Presentamos un caso de artritis séptica de la articulación esternoclavicular ocasionada por esta enterobacteria. Varón de 70 años hipertenso, diabético tipo 2, dislipémico y con cardiopatía isquémica crónica tipo angina inestable con revascularización percutánea de las arterias descendente anterior y circunfleja. Ingresado en el hospital por cuadro de angina inestable, sin evidencia de nuevas lesiones coronarias en el cateterismo. Al tercer día del ingreso presentó escalofríos, dolor en el hombro izquierdo y disfagia. En la exploración clínica presentó tensión arterial 150/76mmHg, temperatura de 38°C con edema y eritema en la articulación esternoclavicular izquierda, dolor con la movilización del brazo izquierdo y sin otras anormalidades en el examen clínico. En las pruebas analíticas destacaban: hemoglobina 11,2g/dl, leucocitos 3.600/mm3, linfocitos 7,5%, neutrófilos 85,8%, plaquetas 84.000/mm3 y proteína C reactiva 325mg/l. Los hemocultivos solicitados mostraron el aislamiento de Serratia marcescens, sensible a quinolonas, carbapenémicos, aminoglucósidos y cefalosporinas de tercera generación. Se solicitó una tomografía axial computarizada cervical y torácica (fig. 1), la cual confirmó proceso infeccioso en la articulación sin evidencia de complicaciones locales. La valoración otorrinolaringológica no evidenció afección. No se pudo obtener muestra de líquido articular. La ecocardiografía transtorácica no mostró datos de endocarditis. Se inició tratamiento con ertapenem, 1g/día vía intravenosa durante 4 semanas, y luego ciprofloxacina, 500mg/12h vía oral durante 2 semanas. Se descartó tratamiento quirúrgico ante la buena evolución clínica y de los parámetros analíticos.
La artritis séptica esternoclavicular es una enfermedad infrecuente3, tanto en pacientes inmunocompetentes como en inmunosuprimidos4. Los factores de riesgo son diabetes mellitus, artritis reumatoide, adicción a drogas por vía parenteral, enfermedades neoplásicas, insuficiencia renal crónica, infección por virus de inmunodeficiencia humana, cirrosis, traumatismos locales e infecciones de accesos venosos centrales4. Es importante resaltar que el paciente era diabético y, además, había sido sometido a un cateterismo. El agente causal más común es el Staphylococcus aureus5. Si bien la artritis séptica esternoclavicular es infrecuente, la infección por Serratia marcescens es excepcional describiéndose solo un caso en la literatura médica6. El mecanismo de infección más frecuente es la bacteriemia7. El paciente se puede quejar de días a meses de dolor en los hombros, cuello o tórax, con limitada movilidad de la extremidad superior, asociado a fiebre. El cuadro clínico de nuestro paciente fue similar a casos descritos previamente, sin embargo, creemos que la disfagia estuvo relacionada con compresión extrínseca del esófago1. Puede ocurrir también inflamación articular y eritema. La artritis esternoclavicular es generalmente unilateral y afecta el lado derecho en el 60% de los casos. Se encuentra bacteriemia en el 62% de los casos. La tomografía axial es la prueba de imagen inicial que puede identificar afectación ósea, y define la diseminación retroesternal. La complicación más importante es la mediastinitis, que ocurre en el 15% de los casos7. La terapia inicial incluye tratamiento antibiótico prolongado cuando no hay complicaciones, sin embargo, cuando existe osteomielitis extensa, abscesos o mediastinitis se recomienda el tratamiento quirúrgico8. La desbridación es la técnica quirúrgica con menos complicaciones9. En conclusión, la artritis séptica esternoclavicular es poco habitual, sobre todo causada por enterobacterias, pero es potencialmente incapacitante y mortal, y debe sospecharse en toda entidad que afecte la región esternoclavicular.