El Streptococcus equi es una bacteria coco Gram (+) del grupo C de Lancefield, estrechamente vinculado genéticamente al Streptococcus zooepidemicus1, del que se considera un ancestro directo y que representa menos del 2% de todas las infecciones por estreptococos del grupo C2. Es un patógeno habitual de caballos, vacas y perros, y se puede aislar de secreciones provenientes de heridas3,4.
La infección por Streptococcus equi en humanos ha sido documentada en pacientes con contacto directo o indirecto con animales, especialmente caballos, aunque en la mayor parte de los casos la ruta de contaminación no ha sido esclarecida4.
Presentamos un caso de artritis séptica por Streptococcus equi en una paciente que pudo adquirir la infección por intermedio de una familiar en contacto con caballos. Se trata de una mujer de 72 años que presentó dolor, tumefacción y limitación funcional en la rodilla derecha, de 4 días de evolución. No había sufrido traumatismos. Su nieta era veterinaria del hipódromo. Presentaba temperatura de 38,5°C, aumento de volumen de la rodilla, flexión fija de 30°, eritema y calor local. No se observaba lesión tegumentaria local ni en la vecindad de la rodilla. Una ecografía demostró cambios degenerativos en la rodilla, ocupación anecoica compresible de ambos recesos parapatelares asociado a gran proliferación sinovial homogénea (fig. 1) y señal «power doppler» 1+/3+. En la contralateral solo se observaron cambios degenerativos similares.
Ecografía de la rodilla derecha. Vista longitudinal del receso parapatelar externo. Se aprecia importante proliferación sinovial de aspecto homogéneo.
F: cortical del fémur inmediatamente proximal al cóndilo femoral externo; ROT: cortical superficial del borde externo de la rótula.
Se practicó una artrocentesis de 90ml de líquido de aspecto inflamatorio.
En la analítica presentaba: leucocitos 16.000/mm3 (neutrófilos 90%), proteína C reactiva (PCR) 210mg/l, procalcitonina (PCT) 1,70ng/ml. En el líquido sinovial (LS) no se identificaron gérmenes, y el recuento celular fue 20.000cél/ml. La glucosa y las proteínas en el LS fueron 30mg/dl y 2,3g/dl, respectivamente.
Se realizó una limpieza quirúrgica y se hospitalizó a la paciente. Fue tratada de forma empírica con ceftriaxona 2g/día y cloxacilina 500mg/6h.
Los cultivos de LS y sangre periférica fueron positivos a Streptococcus equi, por lo que se modificó la terapia a penicilina G 1.200000U/día. Debido a mala evolución por persistencia de fiebre y dolor, fue reintervenida a los 10 días del ingreso practicándose un nuevo lavado, tras lo cual evolucionó favorable y fue dada de alta tras 5 semanas de tratamiento intravenoso.
El Streptococcus equi es un patógeno responsable de «distemper equino», una enfermedad linfoproliferativa que se puede presentar en caballos, burros y ganado vacuno, aunque se ha documentado infección subclínica también en perros3,5. Esta enfermedad produce crecimiento de ganglios linfáticos cervicales y se asocia a sintomatología respiratoria de vías superiores en el animal. La proliferación linfática puede producir necrosis de la piel y ulceraciones en el cuello. Tanto las secreciones procedentes de la úlcera como la saliva del animal enfermo son fuentes de contagio a otros animales o al ser humano3,5–7. También se ha documentado la infección en humanos mediada por la ingesta de derivados lácteos procedentes de ganado infectado8,9.
Se han documentado múltiples casos de infección humana por Streptococcus equi2,10–13, sin embargo, la artritis infecciosa solo ha sido documentada de forma excepcional9,11,14–16. No se dispone de información sobre el peso epidemiológico que tiene este patógeno como agente causal en la artritis infecciosa.
El antecedente de vinculación con caballos, presente en nuestro paciente, no se ha alcanzado a demostrar en la mayor parte de los reportes de casos17. No obstante, dicho antecedente no consiguió determinar el mecanismo que produjo la infección.
La infección por Streptococcus equi responde favorablemente al tratamiento con penicilinas, aunque se han descrito casos de resistencia bacteriana, y el curso clínico es variado17.
Otro dato de interés fue la llamativa proliferación sinovial, que difícilmente se podía explicar por los cambios degenerativos homogéneos en ambas rodillas.
La artritis infecciosa por Streptococcus equi es una forma rara de artritis por estreptococo del grupo C, que debe ser considerada en el diagnóstico diferencial de monoartritis en pacientes en contacto con animales, especialmente caballos. Tiene un curso clínico variable y, aunque es teóricamente susceptible a tratamientos con betalactámicos, se ha documentado resistencia antibiótica. En nuestro caso se documentó además una intensa proliferación sinovial y elevación de la PCT, pero con celularidad sinovial no compatible con el diagnóstico de infección articular. Esta proteína es un precursor de la calcitonina, y se ha incorporado como prueba de elección en el diagnóstico de procesos inflamatorios mediados por agentes bacterianos. Su cifra se eleva antes de las primeras 6h de producida una bacteriemia, y tiene una especificidad que oscila entre el 91 y el 93% según la enfermedad18. Un reciente estudio demostró la utilidad del uso de la PCT en casos en los que la sospecha de artritis infecciosa se superponía con el de artritis gotosa19. Fue este hallazgo por el que pese a la escasa celularidad del LS se insistió con la sospecha de artritis infecciosa.