Está ampliamente descrita en la literatura médica la aparición de dermatitis alérgica de contacto causada por la presencia de isotiazolinona, un conservante utilizado a nivel doméstico en cosméticos y productos de limpieza, así como en productos industriales como pinturas y lacas.
Las isotiazolinonas se encuentran en dichos productos en una proporción 3:1 metilcloroisotiazolinona/metilisotiazolinona (compuesto denominada Kathon CG), y son componentes orgánicos heterocíclicos con gran poder antibacteriano y antifúngico, pero que interaccionan con las proteínas epidérmicas pudiendo inducir sensibilización alérgica. En Europa son la segunda causa de dermatitis alérgica secundaria a conservantes tras los liberadores de formol, e incluso se las ha considerado las responsables de una «auténtica epidemia alérgica» por su extendida presencia en el mercado1.
Las isotiazolinonas son utilizadas como conservante en los geles ecográficos, y existen publicados casos de pacientes que han desarrollado dermatitis alérgica de contacto, básicamente en pacientes sometidos a ecografías ginecológicas u otros procedimientos que implican el uso de dichos geles2,3.
Sin embargo, la literatura existente de dermatitis alérgica de contacto a gel ecográfico en personal médico que realizan ecografías con asiduidad es escasa4,5.
Presentamos el caso de un varón de 38 años, reumatólogo de profesión, sin antecedentes de alergia que ha trabajado durante los últimos 10 años en un departamento de reumatología realizando ecografías musculoesqueléticas de manera habitual, sin utilización de guantes y usando gel de ultrasonidos Mebaline® (EsteerPharmaGmbH, Reilingen). El paciente refiere aparición de lesiones eccematosas y pruriginosas en la zona externa de los pulpejos de 4° y 5° dedos, y en zona medial del 3° dedo de mano dominante(fig. 1). Se observa eritema con alguna vesícula, descamación y aparición de fisuras cutáneas dolorosas y que evolucionan en 2 meses hasta atrofia cutánea. Las lesiones no mejoran con la aplicación de crema hidratante ni con aplicación tópica de corticoides de mediana potencia.
La composición del gel ecográfico utilizado es: glicerina, carbómero, hidróxido de sodio, propilenglicol, metilisotiazolinona, yodopropinilo, butilcarbamato y clorhidrato de sodio. Ante la sospecha de dermatitis cutánea secundaria a contacto prolongado con el gel ecográfico (las lesiones coinciden con las zonas de piel expuestas al gel durante la manipulación del transductor ecográfico) se realizan pruebas epicutáneas para metilisotiazolinona y gel ecográfico que resultan positivas para ambas sustancias (fig. 2), por lo que se procede al uso de guantes de látex para evitar el contacto con el alérgeno, así como hidratación cutánea, evidenciando notable mejoría en 3-4 semanas. Asimismo, se procedió a sustituir el gel ecográfico por otro hipoalergénico.
La dermatitis de contacto alérgica se manifiesta generalmente en forma de eczema subagudo o crónico, especialmente en manos y cara (en el caso de uso de cosméticos), y en ocasiones puede simular una dermatitis irritativa crónica. Estudios de regresión logística han señalado como profesiones de riesgo pintores, herreros, operadores de maquinaria industrial y aquellos que utilizan cosméticos de forma profesional, especialmente en mayores de 40 años2. En el caso que nos ocupa el sensibilizador primario fue la metilcloroisotiazolinona debido a la exposición prolongada.
Las dermatitis alérgicas causadas por gel de ultrasonidos son raras y, principalmente, se han asociado a sustancias como el propilenglicol, metildibromoglutaronitrilo, parabenos, imidazolidinilureas e isotiazolinonas. Las series publicadas hasta la fecha mencionan casos en los que los pacientes han sido sometidos a exploraciones radiológicas mediante ultrasonidos, pero la literatura médica que hace referencia en profesionales sanitarios es inexistente.
Mensaje didáctico: todo eczema localizado en mano dominante en profesionales sanitarios que realizan ecografías es susceptible de ser secundario a dermatitis de contacto secundaria a gel ecográfico.