La espondilodiscitis es la infección del disco intervertebral y las vértebras. Su incidencia ha aumentado en los últimos años. El microorganismo responsable de la mayoría de casos en adultos es Staphylococcus aureus. Las especies de estreptococos han tenido poca relevancia, hasta el momento, como agentes causales de osteomielitis vertebral. Sin embargo, recientemente se ha producido un aumento del número de casos causados por estos microorganismos1. A continuación presentamos el caso de un paciente con espondilodiscitis causada por Streptococcus mitis.
Varón de 49 años, exfumador, sin otros antecedentes patológicos de interés. Consultaba por lumbalgia de características inflamatorias de 4 semanas de evolución, con irradiación hacia la extremidad inferior izquierda. No explicaba fiebre ni síndrome tóxico asociado. Tampoco lesiones cutáneas ni consumo de productos lácteos artesanales. No había tenido manipulación dentaria en los últimos 2 años. En los estudios de laboratorio destacaba hemograma sin leucocitosis, ni alteraciones de la fórmula leucocitaria, pero con elevación de reactantes de fase aguda (VSG 80mm, PCR 42mg/l). Las serologías para VIH y Brucella fueron negativas, así como la prueba cutánea de la tuberculina. La radiografía de columna lumbar mostraba una discreta irregularidad en el platillo vertebral inferior de L5. Se realizó una resonancia magnética de columna lumbosacra que puso de manifiesto signos compatibles con espondilodiscitis L5-S1. Los hemocultivos cursados fueron negativos. Se practicó ecocardiograma transtorácico sin signos de endocarditis. Finalmente, se practicó biopsia y punción-aspiración con aguja fina de la lesión discal, guiadas por tomografía computarizada (TC). En el cultivo bacteriológico crecieron colonias de Streptococcus mitis sensible a todos los grupos de antimicrobianos excepto a la penicilina. Se realizaron, además, nuevos hemocultivos a las 4 h de la biopsia vertebral, en los cuales se aisló también Streptococcus mitis. Se administró tratamiento con ceftriaxona vía endovenosa durante 3 semanas y, posteriormente, 3 semanas más con levofloxacino vía oral. El paciente presentó buena evolución, con resolución de la clínica y normalización de los reactantes de fase aguda.
En la bibliografía médica anglosajona hay descritos 7 casos de espondilodiscitis causada por Streptococcus mitis1–3 (PubMed: Spondylodiscitis and Streptococcus mitis 1969-2015). El Streptococcus mitis pertenece al grupo de los Streptococcus viridans sp, forma parte de la flora comensal de la boca y los senos paranasales, y es una causa rara de espondilodiscitis. La espondilodiscitis es una infección poco frecuente en adultos. Los factores predisponentes son la diabetes mellitus, la malnutrición, el consumo de drogas por vía parenteral, la inmunodeficiencia, las neoplasias, el tratamiento prolongado con glucocorticoides, la enfermedad renal crónica y la cirrosis. Clínicamente se suele presentar con dolor de espalda de ritmo inflamatorio, y puede acompañarse de fiebre y clínica sistémica2. A diferencia de las espondilodiscitis causadas por Staphylococcus aureus y estreptococos del grupo no viridans; las originadas por Streptococcus viridans sp presentan un curso más subagudo, con menor repercusión sistémica. Es por ello que suelen tener un mayor retraso diagnóstico1. La mayoría de los pacientes con una infección por este microorganismo presentan paralelamente una endocarditis infecciosa, por lo que es imprescindible en estos casos realizar un ecocardiograma1–5. En los estudios de laboratorio se observa leucocitosis y neutrofilia, así como elevación de reactantes de fase aguda (VSG, PCR). Los hemocultivos son cruciales para el diagnóstico microbiológico y evitan la necesidad de realizar procedimientos más invasivos. Las pruebas de imagen (radiografía simple, TC o resonancia magnética nuclear), se usan para excluir otras enfermedades, y para identificar signos que sugieran una espondilodiscitis, así como para descartar complicaciones de la misma. El diagnóstico definitivo requiere el aislamiento del germen causal, ya sea en los hemocultivos o en la biopsia que puede ser percutánea, generalmente guiada por TC o abierta6. Se ha descrito que los hemocultivos cursados en las horas posteriores a la realización de la biopsia incrementan la sensibilidad de los mismos, y sirven para confirmar que el microorganismo aislado en la biopsia del disco es el responsable de la infección y no fruto de la contaminación7.