Mujer de 36 años, en seguimiento por tumoración dolorosa y progresiva en cara antero-medial del codo izquierdo e impotencia funcional, de 2 meses de evolución, resistente al tratamiento analgésico. Refería antecedente traumático previo, siendo diagnosticada de rotura fibrilar muscular. Ante la persistencia del cuadro, se realizó RMN ambulatoria, que sospechó un sarcoma de partes blandas, ingresándose para estudio de extensión. Los estudios de laboratorio y TC toraco-abdominal fueron negativos. Mediante gammagrafía ósea en 2 fases (figs. 1A y B), se demostró un área de captación heterogénea en región anterior del codo izquierdo, sin hallazgos significativos a otros niveles. Se planteó diagnóstico diferencial entre sarcoma de partes blandas, condrosarcoma y osteocondroma con degeneración maligna. Finalmente, se decidió biopsia percutánea eco-guiada, cuyo resultado fue de tumoración mesenquimal sin caracteres de malignidad, estableciéndose el diagnóstico definitivo de miositis osificante. Se recomendó reposo, tratamiento antiinflamatorio y rehabilitación posterior. A los 3 meses, presentó mejoría clínica con disminución del dolor, flexión completa y extensión a 120°. El control por radiología simple (figs. 2A y B) y TC sin contraste (fig. 3) reveló una masa calcificada, compatible con el diagnóstico anatomo-patológico.
Gammagrafía ósea en 2 fases tras la inyección de 814 MBq de 99mTc-hidroxi-difosfonato. Imágenes estáticas a los 10min (fase tisular [A]) y cuerpo completo a las 2h (fase ósea [B]), en las que se observa captación heterogénea del radiotrazador en región anterior del codo izquierdo (flechas).
La miositis osificante circunscrita es una entidad infrecuente de etiopatogenia incierta, caracterizada por una metaplasia celular del tejido conectivo inducida por traumatismos1–3. A la exploración destaca una tumoración endurecida, indistinguible de otras lesiones tumorales1. Su principal problema radica en que suele confundirse con procesos malignos (especialmente sarcoma de partes blandas) e infecciosos (osteomielitis)1,2. Es importante conocer las características morfológico-funcionales de esta lesión, que cursa con diferentes estadios evolutivos, mostrando la fase aguda una reacción inflamatoria con un patrón clínico-radiológico difícil de distinguir de procesos agresivos2. Por tanto, es fundamental la realización de una historia clínica exhaustiva (posibles traumatismos, agresiones repetidas, quemaduras, inmovilizaciones prolongadas, parálisis traumáticas) y estudio anatomo-patológico, para descartar la miositis osificante, una patología benigna de tratamiento conservador1–4.
Autoría- 1.
Concepción y diseño del manuscrito: Elena Espinosa Muñoz.
- 2.
Recogida de datos: Elena Espinosa Muñoz.
- 3.
Análisis e interpretación de los datos: Elena Espinosa Muñoz, Diego Ramírez Ocaña, Ana María Martín García y Carmen Puentes Zarzuela.
- 4.
Redacción, revisión, aprobación del manuscrito: Elena Espinosa Muñoz, Diego Ramírez Ocaña, Ana María Martín García y Carmen Puentes Zarzuela.
Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.