Una mujer de 67 años consultó por dorsolumbalgia mecánica de 5 años de evolución con respuesta adecuada a antiinflamatorios no esteroideos. Refería lumbalgia inflamatoria intermitente desde los 25 años, y 2 episodios de uveítis anterior aguda a los 30 y 32 años, respectivamente. Tenía 2 hermanos diagnosticados de espondilitis anquilosante (EA) HLA-B27 positivo. La exploración física evidenció limitación de movilidad axial (Schöber modificado 2,5cm) y expansión torácica (2cm), y maniobras sacroilíacas positivas bilaterales. La analítica fue normal (VSG 16mm/h, PCR 2,6mg/dl) y el HLA-B27 positivo. Las radiografías de columna dorsal mostraban puentes óseos en cara anterolateral derecha de 4 vértebras contiguas (fig. 1) compatibles con enfermedad de Forestier-Rotés-Querol o hiperostosis esquelética idiopática difusa (HEID) y en pelvis sacroileítis grado III bilateral (fig. 2A). La tomografía computarizada (TC) de sacroilíacas demostró esclerosis y erosiones (figs. 2B y C), confirmando la coexistencia de EA y HEID.
Radiografías de LA columna dorsal anteroposterior (A) y lateral (B) en las que se observan puentes óseos en la cara anterolateral derecha de 4 cuerpos vertebrales contiguos (flechas blancas) compatibles con el diagnóstico de HEID. En la radiografía lateral se aprecia, además, que dichos puentes óseos forman ángulos de más de 45° con el borde vertebral.
Radiografía de pelvis (A) que muestra esclerosis, pinzamiento y erosiones en articulación sacroilíaca derecha y esclerosis y seudo-ensanchamiento en la izquierda (sacroileítis grado III bilateral). TC de articulaciones sacroilíacas que en los cortes axial (B) y coronal (C) presentan zonas de esclerosis (asteriscos) y erosiones (flechas) en ambos márgenes articulares.
La EA y la HEID presentan tasas de neoformación ósea y limitación funcional similares1,2. Sin embargo, mientras la EA tiene base inflamatoria, debuta en menores de 40 años y se asocia con HLA-B27 (90%), la HEID aparece en mayores de 50 años, tiene base metabólica y sin asociación con HLA-B27 (8%)3. El tipo de neoformación ósea vertebral también difiere; la EA se caracteriza por «sindesmofitos típicos», verticales, finos y originados en el anillo fibroso, mientras la HEID presenta excrecencias óseas iniciadas en el ligamento vertebral anterior y tejidos paravertebrales, formando ángulos >45°1,4. La HEID afecta las articulaciones sacroilíacas en su porción más craneal (ligamentosa), con fenómenos de vacío, pinzamiento, esclerosis e incluso anquilosis que puede confundirse con sacroileítis grado IV en radiografías simples (siendo útil en estos casos la TC), pero sin cambios inflamatorios y/o erosiones3,5,6. Ambas entidades no son excluyentes y pueden coexistir, aunque esto es infrecuente (16 casos en la literatura)7–9.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses para la publicación de este artículo.