Presentamos un caso de lipoma arborescens, de novo, en un paciente pediátrico, donde la resonancia magnética nuclear (RMN) fue decisiva en el diagnóstico, descartando otras causas de monoartritis.
El lipoma arborescens es una tumoración benigna, poco frecuente, de las articulaciones sinoviales y bursas, que se caracteriza por la sustitución del tejido sinovial normal por células grasas maduras, lo que provoca la proliferación de vellosidades lipomatosas. Suele estar asociado a sinovitis1,2. Su causa es desconocida y aunque se han descrito casos tanto en adultos como en niños, hay muy pocos publicados en la infancia.
Típicamente, afecta la articulación de la rodilla en su parte suprapatelar y suele ser monoarticular, aunque hay descritos casos de localización bilateral y de afectación de otras articulaciones diferentes como el codo, el tobillo, la muñeca o la cadera1,2.
La mayoría de los casos aparecen de novo, pero no es raro que estén asociados a osteoartritis, artritis reumatoide o traumatismo1–4.
Clínicamente se caracteriza por episodios intermitentes de dolor e inflamación articular con analítica no determinante y líquido sinovial no inflamatorio1,2,5.
Aunque la radiología simple, la ecografía, la artrografía y la tomografía axial computarizada (TAC) pueden ayudar, la RMN es la mejor técnica de imagen para el diagnóstico6–9.
El tratamiento recomendado es la sinovectomía total1,2,5, mediante artrotomía o artroscopia.
Nuestro caso se trata de una niña de 12 años sin antecedentes personales de interés, excepto por diagnóstico a los 9 años de artritis séptica del hombro derecho, tratada con antibioterapia empírica y artrotomía de drenaje, sin aislarse germen en el líquido sinovial ni en los hemocultivos. Todos los estudios realizados en el ingreso fueron negativos y la niña quedó completamente asintomática.
Tres meses antes de la consulta notó inflamación progresiva de la rodilla derecha, con incapacidad funcional ocasional. Acudió a urgencias, donde se realizó artrocentesis de líquido amarillento con cultivos negativos, incluyendo tinción de Ziehl-Neelsen y cultivo de Lowenstein-Jensen negativos. Fue remitida a reumatología para estudio.
No refería otros síntomas ni presentaba en la exploración otros hallazgos patológicos, excepto tumefacción de la rodilla indolora en aquel momento y con escaso derrame sinovial. Se le practicaron algunos estudios: radiología de tórax normal, PPD negativo, hemograma normal, velocidad de sedimentación globular (VSG) 6mm/h, bioquímica y orina elemental normales, proteína C reactiva (PCR) 0,21mg/l, anticuerpos antinucleares (AAN) negativos, factor reumatoide (FR) 7UI/ml, inmunoglobulinas normales, HLA-B27 negativo, así como perfil celíaco y glucoproteína ácida normales.
Se realizó, además, radiología simple de la rodilla, que resultó normal.
Ecografía de rodilla afecta: marcado engrosamiento de la sinovial, fundamentalmente en el receso suprarrotuliano, donde se acompaña de un discreto derrame articular. La sinovial presentó, en algunas zonas, engrosamientos de aspecto polipoide que parecen flotar en el seno del derrame.
RMN de la rodilla derecha: pequeño quiste de Baker en la cara medial del hueco poplíteo, y moderado derrame articular en el receso suprarrotuliano. En el seno del derrame se observó un marcado engrosamiento sinovial que da imágenes de aspecto digitiforme o polipoide, que ocupaban el receso suprarrotuliano, la grasa de Hoffa y la parte adyacente a los ligamentos cruzados y meniscos. Estas formaciones tenían una señal igual a la grasa. Tras la administración de contraste iv se produjo un realce marcado de la sinovial que rodea a las lesiones polipoides. Esta imagen es diagnóstica de lipoma arborescens (fig. 1).
Finalmente, decidimos hacer también una RMN del hombro que había padecido artritis séptica, cuyo resultado fue normal.
Se derivó, a la paciente, al cirujano ortopédico para realización de sinovectomía, después de la cual la paciente quedó asintomática.
A los 5 meses de la sinovectomía comenzó con inflamación de la rodilla izquierda e incapacidad funcional. Se realizó RMN y ECO que informaron de lipoma arborecens.
Se operó y la anatomía de la sinovial retirada confirmó el diagnóstico (fig. 2).
La RMN puede ser de gran utilidad para la valoración de los procesos no inflamatorios en pacientes con monoartritis atípicas.