Introducción: En la enfermedad renal crónica avanzada (ERCA) y en el paciente con trasplante renal (TxR) se ha descrito un incremento del riesgo de fracturas. Entre las herramientas utilizadas para valorar el riesgo de fractura se encuentra la absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA) o densitometría ósea, pero se plantea que esta técnica podría no reflejar de manera adecuada e incluso infraestimar la situación ósea de estos pacientes.

Objetivos: Describir las características densitométricas de los pacientes con enfermedad renal crónica avanzada en situación de pretrasplante y compararlas con las de una población control sana.

Métodos: Estudio transversal y retrospectivo de una cohorte de pacientes con trasplante renal realizado entre los años 2005 y 2015 a los que se les practica una densitometría ósea en los 3 meses previos al trasplante (situación de enfermedad renal crónica avanzada, estadio 4-5). Se compararon los datos con los de una población control de pacientes sanos perteneciente a la misma área sanitaria del hospital reclutados en colaboración con los centros de atención primaria. De estas dos poblaciones se registraron datos demográficos y densitométricos. Se realizó un análisis descriptivo con el cálculo de frecuencias para variables cualitativas y medidas de tendencia central y dispersión [media ± DE] para cuantitativas, comparando además los datos demográficos y densitométricos mediante chi-cuadrado.

Resultados: Se incluyeron en el estudio 40 pacientes con trasplante renal y como grupo control se incluyeron en el estudio 184 pacientes sanos. No se observaron diferencias estadísticamente significativas en edad media, sexo o IMC (p > 0,05). La T-Score media medida en cuello femoral (CF) en los pacientes trasplantados fue de -1,8 ± 1,09 frente a la población control que presentaba un T-Score en CF medio de -0,7 ± 1,17, siendo esta diferencia estadísticamente significativa (p < 0,001). El número de pacientes con osteoporosis densitométrica (T-Score < -2,5 en CF) en la población trasplantada fue de 11 (27,5%) frente a la población control en la que se observaron 12 (6,5%) siendo también esta diferencia significativa (p < 0,001). Además, se observó una diferencia estadísticamente significativa de DMO medida en CF (p < 0,001). Los resultados están resumidos en la tabla.

Conclusiones: La densidad mineral ósea de los pacientes con enfermedad renal crónica avanzada en estado pretrasplante es significativamente menor que la de una población control sana de la misma área sanitaria. En nuestro estudio la densitometría parece reflejar la pérdida de masa ósea de nuestros pacientes y se muestra como una herramienta adecuada para la valoración del riesgo de fractura.